El siglo XXI

En las elecciones generales del 2000, Fujimori se presentó por tercera vez consecutiva como candidato presidencial, con la ventaja que le reportaba ejercer la presidencia, en desmedro de los demás candidatos. En la primera vuelta realizada el 9 de abril, Fujimori obtuvo el 49,8 % de los votos frente al 40,3 % alcanzado por el economista Alejandro Toledo (con estudios y carrera labrados en los Estados Unidos), por el partido Perú Posible. Para la mayoría, estas elecciones estaban manipuladas desde Palacio de Gobierno, y por ello, Toledo decidió no ir a la segunda vuelta (aunque sin presentar nunca su renuncia oficial ante el Jurado Nacional de Elecciones), llamando a la población a votar en blanco. El 28 de mayo, Fujimori se presentó en solitario en la segunda vuelta, y antes de ser proclamado por el JNE, fue reconocido por los comandantes generales de las Fuerzas Armadas y el director general de la Policía, lo cual constituía una irregularidad. De ese modo, tras unas cuestionadas elecciones, Fujimori logró un tercer mandato. La oposición, conformada por los diversos partidos políticos y organizaciones civiles de diversa índole, intentó evitar la juramentación de Fujimori el día 28 de julio del 2000, pero no logró su objetivo. Durante la protesta, ocurrió el incendio de una sede del Banco de la Nación en Lima, en el cual murieron seis empleados, hecho que se atribuyó a elementos contratados por el gobierno para culpar a los manifestantes.

Seis semanas después, el 14 de septiembre, el Canal N difundió un video donde se mostraba a Montesinos entregando dinero al congresista de la oposición Alberto Kouri, para que se pasara a las filas del fujimorismo. Se supo también de la existencia de más videos de otros congresistas de oposición y empresarios sobornados para que favorecieran al Gobierno. Este destape precipitó la caída del régimen. El asesor Montesinos huyó del país, yendo a Panamá y finalmente a Venezuela, donde posteriormente sería capturado y traído al Perú, hallándose desde entonces en prisión. Por su parte, Fujimori abandonó el país solicitando permiso para asistir a la cumbre de la APEC en Brunéi, pero luego se dirigió al Japón, país del cual era ciudadano y desde el cual renunció por fax, refugiándose allí. El Congreso no aceptó la renuncia y lo destituyó, inhabilitándolo para ejercer todo cargo político, por diez años.133 El entonces Presidente del Congreso, Valentín Paniagua, fue investido como nuevo Presidente de la República ante la renuncia de los dos vicepresidentes, el 22 de noviembre del 2000, iniciándose así un periodo de transición.
El gobierno de transición (que contó con la colaboración del ilustre embajador Javier Pérez de Cuellar, como primer ministro), se orientó a la organización de nuevas elecciones y a una profunda campaña de moralización del aparato público y las fuerzas militares que habían caído bajo la influencia del sistema. Paniagua firmó contratos de explotación de los yacimientos de gas de Camisea, y convocó a una polémica Comisión de la Verdad para investigar la lucha contra el terrorismo de los últimos años.134
Para las elecciones generales del 2001, los principales candidatos fueron: el economista Alejandro Toledo Manrique, nuevamente por el partido Perú Posible; el ex presidente Alan García, que retornó de su exilio y encabezó el Partido Aprista, al que revitalizó; y Lourdes Flores, por Unidad Nacional. En la primera vuelta realizada el 8 de abril de 2001, encabezó Toledo la preferencia de la ciudadanía con 36,51 % de los votos, quedando en un sorprende segundo lugar García, con 25,7 % de los sufragios. En la segunda vuelta triunfó Toledo con el 53,08 % de los votos, mientras que García obtuvo 46,92 %.

El presidente Alejandro Toledo en el 2003.
El 28 de julio del 2001 juró Toledo como Presidente de la República, para el periodo 2001-2006. La paradoja de su gobierno fue que gozó de baja popularidad, envuelto en acusaciones de corrupción de la más variada índole, mientras la economía peruana logró superar la recesión y tuvo un gran crecimiento especialmente en la capital, la sierra central y la costa norte. En este período se inició la negociación de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos el cual en su momento no fue visto con buenos ojos por los campesinos del país porque temían que tuviera un efecto negativo sobre sus economías. A los logros macroeconómicos de Toledo, habría que agregar a su favor el respeto al orden constitucional y a todas las libertades, principalmente la de prensa. De otro lado, durante su periodo se produjo la llegada a Chile de Alberto Fujimori, procedente del Japón. Se iniciaron los trámites de extradición del ex presidente, sobre quien pesaban gravísimas acusaciones de violación a los derechos humanos.135 Dicha extradición finalmente se concretaría en el 2007.136
La protesta social más grave fue el llamado Arequipazo, ocurrido en la ciudad de Arequipa en junio del 2002, que provocó la caída del primer gabinete ministerial de Toledo. También ocurrió una revuelta en Ilave (Puno), donde una turba enfurecida linchó a su alcalde, en abril del 2004; y el llamado Andahuaylazo, que fue una asonada de etnocaceristas dirigida por el mayor del Ejército Peruano Antauro Humala (presuntamente por órdenes de su hermano Ollanta Humala), quien capturó la comisaría de Andahuaylas (Apurímac) y provocó la muerte de cuatro policías, en los primeros días del año 2005.137
En las elecciones generales del 2006, los principales candidatos a la presidencia de la República fueron el oficial del Ejército del Perú en situación de retiro Ollanta Humala Tasso, por Unión por el Perú; el ex presidente Alan García, por el Partido Aprista; y Lourdes Flores, por Unidad Nacional. El más novel de estos candidatos, Humala, se había hecho conocido por una asonada que encabezó en las postrimerías del gobierno de Fujimori, el llamado levantamiento de Locumba. En la primera vuelta realizada el 9 de abril del 2006, Humala quedó arriba, con el 30,62 % de las preferencias, y García quedó en segundo lugar, con el 24,33 %,138 superando de manera ajustada a Lourdes Flores, considerada como la candidata de la derecha. La campaña por la segunda vuelta entre Humala y García planteó un dilema a miles de peruanos. A García, pese a un discurso y perfil más moderado, se le recordaba su desastrosa gestión presidencial de 1985-1990; y a Humala, con su mensaje radical orientado hacia la izquierda, se le identificaba con el autoritarismo al estilo del presidente venezolano Hugo Chávez, quien incluso intervino groseramente a su favor, algo inédito en el marco de las relaciones internacionales. Para diversos analistas, esta intromisión del chavismo favoreció a la candidatura de García.139 La segunda vuelta, realizada el 4 de junio de 2006, en medio de un ambiente de incertidumbre por el futuro de la democracia, dio por triunfador a García, con el 52.6 % de los votos, mientras que Humala quedó con 47.3 % de los mismos.140

El presidente Alan García Pérezsaludado por los legisladores miembros de la Comisión de Recibo designada para darle la bienvenida a su llegada al Palacio Legislativo. Año 2010
El segundo gobierno de Alan García Pérez se caracterizó por su marcado interés en favorecer la inversión extranjera, por el deseo de acelerar la integración del Perú con los grandes mercados mundiales y de alentar al empresariado a inyectar sus capitales en el país. En definitiva, siguió los lineamientos de la política económica trazada desde 1990 (es decir tras el fin de su primer gobierno). Entre otros acuerdos, logró finiquitar el TLC con los Estados Unidos, y acuerdos similares con China, Tailandia, Chile, Canadá, Corea del Sur y México. De otro lado, la inflación llegó a su nivel más bajo en décadas (2 %), contrastando así con el primer gobierno de García que había concluido con la mayor hiperinflación de la historia republicana. Las reservas internacionales llegaron también a un récord histórico y se mantuvo el crecimiento sostenido del país. Gracias a un adecuado manejo de la economía, el Perú pudo superar sin mayores sobresaltos la recesión mundial que golpeó a los principales compradores: Estados Unidos, China, etc.141
Otro hecho importante fue la demanda presentada por el Estado Peruano ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para solucionar la Controversia de delimitación marítima entre Chile y el Perú sobre la soberanía de una zona marítima de aproximadamente 37 900 km² en el océano Pacífico. El 16 de enero del 2009, el embajador peruano Allan Wagner Tizón, entregó en la sede de la Corte la demanda y el 13 de marzo presentó la memoria que sustentaba la posición peruana; mientras que Chile presentó su contramemoria el 9 de marzo del 2010. La réplica peruana se dio el 9 de noviembre del 2010 y la dúplica chilena el 11 de julio el 2011. La Corte, luego de analizar las posiciones de los dos países, dio su fallo el 27 de enero de 2014, ya bajo el gobierno de Ollanta Humala. Por este fallo el Perú recobró 50 mil km² de mar.142
No obstante, el gobierno de García debió soportar, al igual que el anterior de Toledo, de protestas sociales en diversas localidades, siendo el episodio más sombrío la llamadamasacre de Bagua, el 5 de junio del 2009, donde, un enfrentamiento entre los nativos y las fuerzas del orden ocasionó la muerte de decenas de personas, entre ellos 24 policías.143 Otro aspecto negativo fue el llamado escándalo Petrogate, que consistió en la difusión de audios entre funcionarios del gobierno negociando la entrega de lotes petroleros a una empresa extranjera. Ello provocó una crisis ministerial.144

El presidente Ollanta Humala.
En las elecciones generales del 2011, se presentó por segunda vez como candidato a la presidencia el ex comandante Ollanta Humala Tasso, por la alianza electoral Gana Perú, a la que se sumaron diversos partidos de izquierda. También postularon Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, por Fuerza 2011; y Pedro Pablo Kuczynski, economista y candidato liberal, por la Alianza por el Gran Cambio. En la primera vuelta, realizada el 10 de abril, Humala obtuvo la más alta votación (31,69 %), aunque sin llegar al 50 % más uno de los votos requeridos por la Constitución. En segundo lugar quedó Keiko Fujimori, que superó con un margen de 5 puntos a Kuczynski.145
Ollanta y Keiko pasaron así a la segunda vuelta, lo que alarmó a un sector de la ciudadanía, ya que ambos aparentemente se identificaban con autoritarismo antidemocrático: el fujimorismo, en el caso de Keiko, y el modelo chavista de Venezuela, en el caso de Humala, considerado antidemocráticos para algunos sectores conservadores de la política peruana. Sin embargo, Humala se esforzó en demostrar sus distanciamiento del chavismo, modificando su plan de gobierno original y jurando un "compromiso en defensa de la democracia" ante la presencia de varios destacados intelectuales, profesionales y artistas peruanos, quienes le brindaron su apoyo. Finalmente, en las elecciones de segunda vuelta realizadas el 5 de junio del 2011, Humala resultó triunfador con el 51,45 %, con un margen de 3 % de ventaja sobre su competidora Keiko.

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